Producir XXI, junio 2020

Para controlar un factor clave

Lectura de comederos

Ing. Agr. M. Sci. Marina Maekawa

INTA Trenque Lauquen

maekawa.marina@inta.gob.ar

https://wa.me/5492392400649

Uso eficiente del alimento

La producción de leche está altamente relacionada con el consumo de alimento. A mayor consumo, mayor producción de leche. Y por otro lado, el rubro alimentación es uno de los gastos más importantes en el tambo, por lo que tenemos que tratar de usarlos lo mejor posible.

La lectura de comederos nos ayuda a darnos cuenta si se están alimentando bien nuestras vacas y si estamos usando el alimento en forma eficiente.

¿Para qué nos sirve? Para conocer y controlar las variaciones de consumo 

¿Cuándo? La lectura debe hacerse todos los días, a la mañana, después que las vacas hayan comido. Tratar de que sea siempre a la misma hora y todos los días.  

¿Cómo lo hacemos? Recorremos todos los comederos y anotamos como quedó el comedero después que estuvieron las vacas.

Antes de realizar algún cambio en la cantidad de alimento que dejamos en los comederos debemos tener al menos 3 días de una misma lectura para cambiar la cantidad ofrecida. Es decir, si durante tres días seguidos, encontramos el comedero totalmente lamido, o sea 0, las vacas seguramente se están quedando con hambre, por lo que deberíamos aumentar la cantidad de comida ofrecida.

También nos puede pasar que vengamos con varios días anotando los comederos con el número 1, que sería lo ideal y de repente ese día el comedero esta con la mitad de la comida. ¿Qué hacemos?, ¿le seguimos dando la misma cantidad? o ¿le damos menos? 

Se debería suministrar la misma cantidad que el día anterior, pero hay que prestar atención los días siguientes. Porque, puede ser que haya llovido, el alimento este ardido y no lo quieran comer. O que el día anterior se haya dado más concentrado de lo normal y están con alguna molestia ruminal. Por eso hay que monitorear los días siguientes.

En síntesis

Una correcta lectura de comedero sirve para conocer y controlar las variaciones de consumo, pero también para ver si los comederos están limpios o si algún ingrediente tiene hongos, por ejemplo.

Monitorear es clave para lograr eficiancia en el uso de los alimentos.

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