Un hábito muy saludable y de grandes beneficios

Comer despacio y masticar bien

Lic. Josefina Marcenaro

Licenciada en Nutrición

jmarcenaro@hotmail.com

Hacer consciente el acto de comer

Con el ritmo de vida vertiginoso actual, todo es rápido y con el tiempo hace que comer se haya convertido en un acto inconsciente y automático. Es muy común escuchar que destinan 10 minutos al almuerzo (con suerte). Eso implica meter un trozo de comida en la boca tras otro, casi sin masticar ni prestar atención, mientras ya se está tomando el siguiente bocado. Eso se ha convertido en la rutina alimentaria de muchas personas, y cada vez son más.

Es sumamente importante lo que comemos pero lo que no se tiene en cuenta es cómo lo hacemos. La manera de masticar y el tiempo que se dedica a comer impactan directamente en la salud. El estar “consciente” de lo que comemos y de cómo lo hacemos es fundamental.

El intestino, mediante un correcto equilibrio de su flora, es la base fundamental del sistema inmunológico y al comer rápido y casi sin masticar sometemos al aparato digestivo a un sobreesfuerzo que puede ser perjudicial. La digestión se ve afectada al tragar trozos más grandes ya que las enzimas digestivas no pueden realizar correctamente su función. Eso impacta también en otros órganos y nuestro cuerpo (que es un aparato de mecánica perfecta) lo siente

El comer despacio, masticar bien los alimentos debería ser un hábito cotidiano en nosotros. Diariamente trabajo en el consultorio en “hacer consciente el acto de comer”. El saber lo que estamos eligiendo, saborearlo, tener presente la porción y por sobre todo disfrutarlo (sea lo que sea que hayamos elegido). Tomarse el tiempo adecuado para comer y masticar bien los alimentos tiene más beneficios saludables de los que pensamos.

1.- Favorece la digestión

Masticar bien los alimentos es la primera fase y una parte esencial del proceso digestivo, porque avisa al organismo que debe prepararse para la digestión.

La masticación y la salivación que se produce al triturar bien los alimentos envían señales al cerebro para que active los receptores del gusto y comience a segregar las enzimas digestivas. A su vez, se estimula la actividad contráctil del intestino delgado, que ayuda a mezclar el bolo alimenticio con las enzimas digestivas y la bilis, pone en contacto los nutrientes digeridos con la mucosa intestinal para que se absorban y envía el material desechado al intestino grueso.

Por tanto, comer de forma pausada y masticar bien favorece los procesos y facilita la digestión.

2.- Ayuda a prevenir la obesidad

Al comer muy rápido se tarda más en sentir la sensación de saciedad, por lo que se suele comer más de lo que se debe. Eso ocurre porque no le damos tiempo a las hormonas encargadas de “enviar la señal” al cerebro de que “ya estamos llenos”. Comer más lentamente nos proporciona la sensación correcta de saciedad, por lo que también se tiende a picar menos entre horas.

 

Además está comprobado de que masticar bien, hace que comamos menos porque las porciones son más pequeñas.

3.- Nos ayuda a sentirnos más saciados

La sensación de saciedad tarda aproximadamente 20 minutos después de empezar a comer. Al comer, nuestro cuerpo secreta hormonas que indican que ya estamos saciados. Si comemos demasiado deprisa esta señal llega tarde, cuando ya hemos ingerido más cantidad de la que realmente necesitamos y puede producirse una sensación de pesadez.

4.- Cuida la salud bucodental

La salivación que se produce al masticar mucho y triturar bien los alimentos evita que los alimentos se adhieran a los dientes, por lo que previene la formación de placa bacteriana y de caries.

Consejos para masticar bien los alimentos:

  • Intenta evitar las distracciones. Comer sin televisión, celulares ni tablet. Si estás acompañado, disfruta de una buena conversación.
  • Presta atención a lo que estás comiendo, disfruta la textura, el sabor y el aroma de cada alimento. Se consciente de ese momento.
  • Come bocados pequeños y deja el cubierto en la mesa mientras masticas.
  • Toma líquido entre bocado y bocado.
Comer debe ser un placer y no una rutina rápida, automática. Comer despacio, disfrutando de los alimentos y masticando bien, es un hábito muy saludable que ayuda al organismo.

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