Producir XXI, mayo 2021

Coberturas de seguro basadas en índices para riesgos de mercado en producción lechera

Laura Gastaldi


gastaldi.laura@inta.gob.ar


Alejandro Galetto


agaletto@austral.edu.ar

Se plantea la posibilidad y conveniencia de los seguros que den cobertura frente a vicisitudes de precio de la leche y de costos de alimentación. Aún no existen en el país, pero son posibles.

Una de las características de los precios que reciben los productores primarios es el alto grado de volatilidad de los mismos, lo que incrementa el riesgo de la empresa, con consecuencias negativas sobre el bienestar y la eficiencia. De allí que en muchos países se hayan desarrollado instrumentos de política sectorial, como los seguros o contratos, para reducir dicha volatilidad, o al menos, mitigar sus impactos negativos.
El caso más conocido es el que se implementó en el sector lechero de Estados Unidos a partir de 2014, llamado Margin Protection Program for Dairy y que fue reemplazada ese año en 2018 por el Dairy Margin Coverage Program, cuyo funcionamiento es muy similar, aunque con algunos cambios en los parámetros (gastos administrativos, tope de producción elegible, etc.). 
Coberturas de ingreso voluntario para proteger de vaivenes económicos
El objetivo de estas coberturas, que son de ingreso voluntario, es proteger a los productores primarios de reducciones del margen económico debido a bajas en el precio de venta de la leche y/o subas en el costo de la alimentación. Cabe mencionar que el sistema no está diseñado para garantizar un nivel de ingresos, sino que apunta a cubrir “pérdidas catastróficas”, que ponen en riesgo la continuidad del productor en la actividad.

En el modelo original de Estados Unidos, se define un “margen sobre los gastos de alimentación”, para un único sistema de producción para todo el país, y estimando un costo promedio de la alimentación mediante una serie de coeficientes y variables de precio publicadas por el Departamento de Agricultura (USDA). Cuando dicho margen es inferior a un nivel establecido, el sistema paga la diferencia. En el caso de Estados Unidos, en la versión original del sistema, el productor tenía un nivel básico de cobertura, gratuito, de 4 dólares por cada 100 libras de leche (aproximadamente, 45 litros), y a partir de allí podía optar por niveles superiores de cobertura, hasta los 8 dólares, pero a título oneroso, y con incrementos que se van haciendo marginalmente más caros.
Una adaptación argentina
Tomando como referencia dicho modelo, se realizó una adaptación al caso argentino, considerando también un único sistema de producción, porque un porcentaje mayoritario de la producción de leche de nuestro país proviene de un sistema que utiliza el mismo esquema alimenticio, basado en proporciones variables de silo de maíz, pasturas de alfalfa y concentrados (cuya base de elaboración son el maíz y la soja).

Como antecedente para caracterizar dicho sistema de alimentación, se utilizó información de una encuesta nacional de tambos realizada por INTA, de donde surge que el 33% de la dieta está compuesta por concentrados (de los cuáles el 72.7% es maíz y el 27.3% es expeler de soja) y el 26% es silo de maíz. Tomando como base una relación de conversión de un kilogramo de materia seca por litro de leche, se puede estimar la participación de los distintos alimentos en el costo de alimentación, y así estimar el costo unitario de la ración (en pesos por litro de leche).

Incluye el costo de la tierra
Una modificación que se hizo para el caso argentino es que se incluyó un porcentaje adicional por el costo de la tierra, porque el 50% de la superficie tambera es alquilada, y el precio de los alquileres normalmente toma como referencia el precio de la soja, y al mismo tiempo, compensa la falta de una referencia de mercado confiable para el precio del heno, que en Estados Unidos sí está disponible, y se incluye dentro de los costos.

La fórmula es sencilla
Entonces, la fórmula para el cálculo del “margen económico”, sin entrar en detalles numéricos de cálculo, sería la que muestra el recuadro (todos expresados en dólares, para dar cierta capacidad de comparación en el tiempo):

En el gráfico se presenta el comportamiento histórico del margen y sus distintos componentes durante el período que va de enero de 2008 a marzo de 2021, todos expresados en dólares corrientes por litro. Las tres partes de la barra inferior son (de abajo hacia arriba) el costo del concentrado, del silo de maíz y del alquiler. La línea llena es el precio de la leche y la línea con marcadores es el margen.

¿Cómo podría funcionar esta cobertura en Argentina?
Para evaluar el funcionamiento del modelo, se consideró un valor disparador (o garantizado) de 0.15 US$/l. Este sería el residuo que le queda al productor para hacer frente al resto de los gastos directos y de estructura, amortizaciones, y retribución a los factores de producción (más las ventas de subproductos). Este valor disparador puede ser superior o inferior según se pretenda una mayor o menor cobertura, respectivamente. Cuando el margen observado sea inferior a ese valor se activa la cobertura, que se calcularía como la diferencia entre el margen mínimo asegurado y el margen mensual estimado (también en U$S/l), multiplicado por la cantidad de litros asegurados. Por ejemplo, un tambo de 3000 litros diarios de leche asegurados, hubiese recibido en concepto de indemnizaciones durante los últimos 7 meses (set 2020 y mar 2021) un monto equivalente a 79.750 kg de maíz.
Según estimaciones realizadas con el modelo, evaluando la serie 2008-2021, y considerando un valor disparador (o margen mínimo asegurado) de 0,15 U$S/litro, la cobertura hubiese gatillado en varias oportunidades según se muestra en el gráfico; por ejemplo, en los años 2016, 2018 y actualmente a partir de setiembre de 2020. Un detalle del cálculo de este indicador, así como su actualización mensual, se publica en el sitio web del INTA-CIEP y del OCLA. https://inta.gob.ar/documentos/sector-lechero-margen-de-referencia – http://www.ocla.org.ar/

Aún no existe en Argentina, pero podría implementarse
Este tipo de coberturas, a diferencia de los seguros climáticos, no está disponible en nuestro país, pero podría ser implementada, tanto a nivel nacional como provincial. En el nivel nacional un desarrollo de este tipo sería una alternativa muy interesante al modelo actual de “emergencia agropecuaria”, cuyos fondos podrían usarse para financiar un tramo básico de protección, sin costo para el productor, generando un pago automático, que no depende de la voluntad política del momento. En el caso de aquellos productores que desean incrementar el nivel de protección, ello podría hacerse mediante tramos de cobertura no subsidiados.

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