Anegamientos y recomposición de la oferta forrajera en los tambos

Ing. Agr. Alejandro Centeno

Jefe de INTA AER San Francisco

www.engormix.com

Pérdidas de cultivos forrajeros por ascenso de napa y anegamientos

 Uno de los aspectos de mayor preocupación hoy en los campos es el ascenso de napas y los frecuentes anegamientos de campos que generan pérdidas totales y parciales de los cultivos, tanto agrícolas como los destinados a la alimentación animal.

La alimentación de la vaca lechera es un “combo” conformado por alfalfa, silaje de planta entera de maíz y/o sorgo, granos y subproductos. Los dos primeros son producidos en el propio campo, mientras que el resto es comprado. Esto es muy importante ya que, uno de los aspectos que definen la eficiencia de las empresas tamberas es la cantidad de alimento que producen y aprovechan en relación al que compran y cuánta leche son capaces de producir a partir de cada uno. Una verdad universal indica que “todo alimento producido eficientemente es más económico que el que se compra”.

No ponga todos los huevos en la misma canasta: diversifique la oferta forrajera

Los inconvenientes mencionados anteriormente, provocaron pérdidas de alfalfas generando complicaciones productivas y financieras de mayor o menor magnitud. Esta situación hace pensar sobre la posibilidad de reemplazar parte de la superficie destinada a la alfalfa por otras alternativas forrajeras más tolerantes a los anegamientos y que otorguen mayor estabilidad a la producción de alimentos propios.

Caso de análisis:

En el Cuadro N° 1 se presenta información de diferentes ambientes para el análisis.

En base a la caracterización anterior, en un encuentro entre profesionales asesores se analizaron, discutieron y propusieron las especies y mezclas forrajeras para cada uno de los ambientes y el costo de semilla expresado en dólares por hectárea (u$s/ha). El resultado del trabajo realizado se presenta en el Cuadro N° 2.

Si bien hubo semejanzas, cada grupo elaboró alternativas diferentes y todas válidas. Además de las recomendaciones mencionadas en el Cuadro N° 2, también se hicieron observaciones referidas a la siembra propiamente dicha. Destacamos:

  • Es muy importante identificar ambiente lote por lote y, de esta manera, elegir las especies y mezclas que mejor se adapten a la condición observada
  • Realizar las mezclas previamente a la siembra y no dentro del cajón sembrador.
  • Las mezclas deberían seguir un patrón, alfalfa y tréboles se mezclan por un lado y se siembran con el cajón alfalfero. Las gramíneas deben mezclarse por otro lado y sembrarse utilizando el cajón grande.
  • Tener en cuenta que las diferentes especies tienen diferente peso específico. Razón por lo que es conveniente colocar menos semilla, aunque eso implique recargar el cajón sembrador en más oportunidades.
  • Mientras se siembra es importante ir mezclando las diferentes especies para evitar la estratificación de semillas que se produce por el propio movimiento de la sembradora.
  • Estas semillas nacen con la humedad del próximo chaparrón, no nacen con la humedad de la lluvia pasada, no clavar la sembradora buscando humedad. Las semillas de estas especies son pequeñas por lo que la profundidad de siembra debe estar entre 1 a 1,5 cm. Se debe considerar no solo la profundidad, sino también la tierra que se acumula por sobre la semilla colocada por las ruedas tapadoras.
  • Regular y controlar los kilogramos de semilla que efectivamente se están sembrando.
  • Todos los aspectos deberán ser tenidos en cuenta para lograr un adecuado stand inicial de plantas que permita lograr una muy buena pastura en cantidad, calidad y persistencia.
  • Como siempre sugerimos, consulte con su Ingeniero Agrónomo de confianza para analizar su situación particular y poder así elegir la mejor alternativa.

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